Enero 2004 |
Chilenos: una raza superior
- ¿Cómo llega usted concretamente a unirse al nacional socialismo?
Yo entonces, sin ser un activista en política, estaba con la izquierda, con el Frente Popular y ese hecho (la matanza obrera) me produce una enorme conmoción. Y me planteé por qué todos los del Frente utilizaban nombres políticos y en el momento decisivo se escondían, desaparecían, y cómo estos 60 muchachos nazis lucharon con sus nombres y entregaron su vida. Entonces decidí colaborar con ellos. Pero había otra contradicción, porque los nacional socialistas habían matado a un gran amigo mío de izquierda, que era Héctor Barreto. Entonces le mandé una carta a Jorge González, el jefe de los nazis y él me respondió una carta bellísima, diciendo que él asumía la responsabilidad por la muerte de mi amigo pero que siempre la había sentido mucho y que si a pesar de esto yo quería colaborar con ellos, ellos encantados, ya que a veces la gente más alejada de la política era la que más podía aportar. Esta carta me emocionó mucho y decidí ofrecerme a hacer a la página literaria en el diario El Trabajo, que era el diario nacional socialista, con la condición de que el primer número lo dedicaran a mi amigo Barreto, y así lo hicieron.
- ¿Su nacionalismo implica la creencia de que Chile es una raza superior en Latinoamérica?
Chile es el único país de Latinoamérica que tiene una raza, la "Raza Chilena", como se titula el libro de Nicolás Palacios (aquí en el cerro Santa Lucía hay una piedra que lo recuerda, porque el vivía por aquí). Los otros son pueblos, como el argentino, el peruano, y el boliviano. Por ejemplo, el argentino está formado por inmigrantes, especialmente italianos. En Chile, la mezcla del español con el araucano (que es otra cosa que el mapuche) se potencia porque hay un origen común, porque el araucano tiene un origen frisón, europeo, y los españoles que vienen aquí son godos, germanos, entonces tienen un común denominador y un fin que cumplir. Pero para cumplir su objetivo los países con raza necesitan siempre un líder que los dirija, que interprete su inconciente colectivo. Y si el líder sabe dirigirlos van con él hasta el final. Es como lo de Arturo Prat: salta él y saltan todos. No así los italianos, que son individualistas. Pero si el líder falla, todo se pierde. Desgraciadamente en Chile, los líderes siempre se chingan, fallan al final. Jorge González termina dándole la mano al asesino de los jóvenes de su partido, a Alessandri, y se suma al partido de éste, al Liberal, y termina unido al poder económico, contradiciendo todos sus anteriores principios. Pinochet también se chingó. No fue capaz de asumir la responsabilidad por los actos de su gente. Los dejó a todos abandonados.
- ¿Cómo se puede definir lo que implica la opción nacional socialista en el contexto chileno de la época.?
Es un sistema económico que se opone al marxismo y al capitalismo y que en Chile, como en otros países, prendió a mediados de los años 30, siguiendo el modelo alemán, por su identificación con esa cultura. En concreto, significa lo que yo le propuse a la Junta Militar de Pinochet cambiar el patrón oro por el patrón trabajo. El dinero es secundario. Lo importante es el trabajo. El hombre que trabaja tiene asegurado su sustento, todo. El estado cubre todas sus necesidades. Se termina el interés del dinero. Hitler decía: "si yo te presto un ropero tú me devuelves un ropero". En cambio, en el sistema capitalista, si yo te presto un ropero tú tienes que devolverme un ropero y medio. Por qué... De ese interés vive sin trabajar el usurero.
- ¿Por qué usted sigue sosteniendo su adhesión al nazismo cuando el contexto histórico ha cambiado tanto?
Porque es un ideal, y los ideales no mueren. Es más, la mejor forma de mantener un ideal es que no se realice completamente. Jung decía que si uno está enamorado de una mujer, la mejor manera de seguir en ese estado es no casándose con ella.
- ¿Y el Holocausto? Me imagino que no estará de acuerdo con el exterminio de los judios y con todo lo que pasó en los campos de concentración.
O sea, con todo lo que no pasó. Todo eso es una soberana mentira, de la peor especie. Hay pruebas precisas. Todo esto es un montaje. A Alemania le han sacado millones de millones de dólares las supuestas víctimas judías… han inventado todo… La prensa, la publicidad. Yo tengo videos hechos por judíos que fueron a Auschwitz, y vieron que jamás hubo allí una cámara de gas. El Diario de Ana Frank es falso, está escrito con bolígrafo, que no existía en esa época.
- ¿?…
Lo que pasa es que los judíos inventaron todo esto porque ellos en todo el mundo manejan el capital, la banca, el sistema financiero. A ellos nos les convenía un sistema en donde el dinero deja de ser importante y hay justicia social. Pero solamente la historia dirá la verdad… En todo caso, el nacional socialismo es un ideal que sigue existiendo para millones de personas en todo el mundo.
Santiago secreto
- Cambiemos de tema. Hablemos de la generación del 38 y de los otros escritores como Huidobro y Neruda, con los que usted se relacionó. Era un tiempo en que la poesía era fundamental. ¿Cómo esto marca la cultura chilena?
Marca a la elite. Al pueblo nunca le ha llegado, a no ser que usted entienda por cultura esas fiestas en el Parque Forestal, donde pueden cortar los árboles de raiz o asaltarla. La verdadera cultura existió en una elite interesantisima. Eduardo Aguita, Braulio Arenas, Enrique Gómez Correa. Pero nadie se preocupa de ellos hoy dia. Chile es así, además de la mala memoria, hay una ingratitud. La tumba de Huidobro en Cartagena es una vergüenza, Yo quiero sacarlo de allí.
- ¿Cree que la poesía es algo muy arraigado en el alma nacional, a pesar de ser un género marginal y no comercial hoy día?
Por supuesto, Chile es poesía. El hecho de vivir entre el mar y la cordillera, en un país tan precario como Chile, que está a punto de caerse al mar, crea en el alma un sentido especial de la vida, que se expresa dramáticamente en la poesia. El amor por el drama, la tragedia, el hecho de levantarse de nuevo después de un terremoto. Los bosques del sur. Es algo que está en la poesia de Teillier, por ejemplo, un poeta extraordinario y muy desconocido.
- ¿Y cree que van a seguir surgiendo grandes poetas?
Depende de que los jóvenes que escriben poesía sean realmente rebeldes, independientes.
- ¿Siente nostalgia del Chile bohemio de su generación?
Siento nostalgia todos los días, Pero todavía existe el Santiago secreto, los cités, los viejos barrios, Avenida Matta, Mapocho. En todas partes hay secretos lugares, secretas plazas. A pesar de los rascacielos. El barrio Concha y Toro, Valparaíso. La calle Carmen, la calle Marcoleta. El cerro Santa Lucía. Tenemos una casa en Valparaíso y siempre salimos a caminar, encontramos escaleras que nadie sabe a donde van... Siento nostalgia de las conversaciones en los bares hasta el amanecer, del sentido de la amistad.
- ¿Y a qué le echa la culpa de la pérdida de esos valores?
A la lucha por la vida y a los políticos… Cuando llega Eduardo Frei Montalva al poder impone el sentido del partidismo, de ayudar sólo a la propia gente. Antes no importaba de qué partido fueras. Un marxista, un radical o un nazista podían conversar perfectamente. La Democracia Cristiana acaba con eso. Sin embargo Frei, personalmente, tenía el sentido de la amistad. Se acordó de sus amigos con los que desayunaba en el café Santos y los ayudó cuando estaban mal.